Museo arqueológico nacional
Museo Arqueológico Nacional
Plaza Santissima Annunziata n. 9b - 50122 Florencia
Tfno. (+39) 055 23575
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Director Mario Iozzo
Tfno. (+39) 055 2357704
mario.iozzo@beniculturali.it
HISTORIA DEL MUSEO
La formación del Museo Arqueológico Nacional de Florencia, uno de los más antiguos en Italia, se concibe dentro de un fenómeno de ámbito europeo: el nacimiento de los museos como instituciones estatales ligadas a la formación de las naciones modernas. En el marco de un programa más amplio de reorganización de los museos de la ciudad mediante, la disgregación de las colecciones de la Galería de los Uffizi, el Museo Arqueológico (instituido a través del Real Decreto del 17 de Marzo de 1870) fue inaugurado por el rey Victorio Manuel II el 12 de Marzo de 1871 en el “Cenacolo di Foligno”, en la calle Faenza, con las colecciones del Museo Etrusco, que comprendía también las antigüedades griegas y romanas procedentes de las colecciones de los Médici y de los Lorena.
En la misma sede de la calle Faenza, ya había sido organizado y montado el Museo Egipcio, el segundo más importante en Italia después del Museo Egipcio de Turín, que comprendía algunas antigüedades ya presentes en las colecciones mediceas desde el siglo XVIII, pero que fue notablemente incrementado gracias a la figura del Gran Duque de Toscana Leopoldo II, quien, además de la compra de algunas colecciones privadas, financió - junto a Carlos X, rey de Francia – una expedición científica en Egipto, dirigida por Jean-François Champollion, el descifrador de la escritura jeroglífica, y por el pisano Hipólito Rosellini, amigo y discípulo suyo, quién se convertiría más tarde en el padre de la egiptología italiana. Al regreso de dicha empresa, los numerosos objetos recogidos durante el viaje, ya fuera a través de las excavaciones o por medio de las adquisiciones en los mercados locales, habían sido repartidos equitativamente entre el Museo del Louvre y Florencia.
El incremento de las colecciones hizo que, progresivamente, los espacios de la calle Faenza se vieran inadecuados. De este modo, en el año 1880 el Museo Arqueológico fue colocado en la actual sede del “Palazzo della Crocetta”, restaurado y reintegrado en el 1619-20 por Julio Parigi como residencia de Maria Magdalena, hermana del Grande Duque Cosmo II de Médici. Entre este edificio y la iglesia de la SS. Annunziata, también se construyó un corredor-pasarela que permitiera a la princesa, que según el testimonio de Giorgio Vasari sufría una dolorosa mal formación de sus miembros (“fortemente malcomposta di membra”), de asistir a las ceremonias religiosas sin ser vista. El Museo Egipcio, reorganizado a partir del 1880 por el egiptólogo piamontés Ernesto Schiaparelli, futuro director del Museo Egipcio de Turín, sería trasladado a la actual sede e inaugurado en 1883 con la presencia de los reyes Umberto y Margarita de Saboya, como recuerdan las inscripciones en jeroglíficos pintadas en las Salas I y II del Museo. Con Schiaparelli, las colecciones florentinas tuvieron un sobresaliente incremento, gracias las excavaciones y adquisiciones que había realizado en Egipto antes de trasladarse a Turín. El último grupo de piezas que llegaron al Museo Egipcio de Florencia consiste en donaciones privadas y de instituciones científicas, entre las cuales destaca aquella del Instituto Papirológico Florentino con objetos procedentes de las excavaciones llevadas a cabo en Egipto ente los años 1934 y 1939, constituida por una colección textil de época copta, la cual se está considerada como una de las más ricas e importantes del mundo.
En la primera década de actividad, Luis Adriano Milani, que había sido nombrado en 1884 como director del Museo Arqueológico, se encargó de llevar a cabo el nuevo montaje, en el que no continuó con el criterio utilizado por Gamurrini en el anterior Museo de la calle Faenza, el cual había sido superado en aquella época y que, con el fin de subrayar el proceso evolutivo de la creación artística, perpetuaba la separación tanto de las colecciones privadas como de los materiales de las excavaciones granducales; sino que empleó el método historicista para los objetos de las nuevas excavaciones, colocando en la primera planta los primeros núcleos del futuro museo topográfico. Por su parte, sólo conseguiría realizar parte del proyecto de trasladar al museo todas las esculturas antiguas conservadas en los jardines y palacios florentinos, y el reducido grupo que consiguió aunar fue colocado en las arcadas del corredor mediceo y en el jardín que se situaba en frente.
Más tarde, como compensación, entre el 1890 y el 1898, llegaron de los Uffizi algunos grandes bronces etruscos, griegos y romanos, y numerosos pequeños bronces griegos y romanos de las colecciones mediceas y lorenesas (1890), además de la serie numismática (1895) y aquella de glíptica (1898). En el patio del palacio fueron colocados los restos de los monumentos romanos hallados con motivo de las labores de reestructuración efectuados en el centro de Florencia a finales del siglo XIX.
El 5 de Mayo de 1898 fue inaugurada la sección del Museo Topográfico de Etruria, de la mano de Luis Adriano Milani, que en el espacio de diecisiete salas ilustraba la historia de los etruscos a través de los materiales recogidos en el curso de las excavaciones realizadas en el territorio de la antigua Etruria. En el Jardín Histórico del Museo, abierto al público en el año 1902, fueron reconstruidas con materiales originales algunas tumbas monumentales, con el objetivo de documentar los principales tipos arquitectónicos funerarios erigidos por los etruscos.
Con la muerte de Milani, su puesto fue ocupado por Antonio Minto, con el cual se experimentó una gran transformación del montaje del “Palazzo della Crocetta”, recuperando para la exposición la segunda planta, que hasta el 1925 había conservado un grupo de telas y tapices antiguos, donde fueron expuestas las colecciones cerámicas griegas, etruscas y romanas, y las terracotas etruscas, con los facsímiles escritos por Gatti a partir del 1899.
El Museo Topográfico fue progresivamente ampliado hasta llegar a un total de 52 salas. En el año 1942 fue adquirida parte del “Palazzo degli Innocenti”, en el cual se abrió el actual ingreso de la plaza de la SS. Annuziata; sin embargo, las dos plantas superiores, a pesar de ser reestructuradas, no serían adecuadas nunca para el itinerario museográfico. La falta de espacios adecuados para la organización de sus riquísimas colecciones ha sido, desde el principio de la institución, el mal crónico de este museo, que ha sufrido además una indiferencia general por parte de la ciudad, más sensible a las problemáticas vinculadas a su pasado medieval y renacentista, cuestión de la que ya se lamentaba Minto años atrás.
La inundación del 1966 destruyó completamente el Museo Topográfico y actualmente más de 100.000 objetos de extraordinario valor son conservados en los almacenes, los cuales, por falta de los adecuados espacios expositivos, son mostrados al público tan sólo con ocasión de las exposiciones temporales.
Hoy en día, en el Museo Arqueológico Nacional de Florencia es posible ver gran parte de las antiguas colecciones mediceo-lorenesas (cerámicas, bronces y otras esculturas pétreas; además del “Monetiere”, una de las colecciones de monedas y gemas antiguas más prestigiosas del mundo), el Museo Egipcio (que incluye una selección de las telas coptas), parte de la sección topográfica con grandes complejos funerarios etruscos procedentes de las tumbas principescas, el Jardín Histórico Monumental y una rica selección de vasos griegos hallados mayormente en las tumbas etruscas (aunque no sólo), algunos de los cuales son conocidos en todo el mundo, como el célebre “Vaso François”.
Breve Guía Museo Arqueológico Nacional